Un apuntador digital en forma de lápiz gigante sostiene en sus manos
Juan (de 5 años), mientras una luz roja es apuntada sobre un pizarrón
blanco de tiza líquida, donde una serie de cuadros con dibujos de
animales deben ser puestos en pareja, acompañados del sonido de la
imágenes en inglés, para reforzar el idioma extranjero.
Con algo de debilidad en sus pequeñas manitas, Juan intenta acertarle a uno de los dibujos, mientras la computadora ubicada en el centro de su nueva aula, voltea los cuadros erróneos para darle una nueva oportunidad, a la par que sus compañeros aún maravillados por la tecnología, respetan las indicaciones de su profesora.
Y es que al igual que Juan, los 2.800 alumnos de la nueva Unidad Educativa Eugenio Espejo, tendrán motivos más que suficientes para regresar a clases, ya que su nueva casa, que ahora presenta amplios y modernos espacios, conectados con tecnología de punta, hacen de esta institución uno de los planteles que son ejemplo del sistema de educación municipal.
Con algo de debilidad en sus pequeñas manitas, Juan intenta acertarle a uno de los dibujos, mientras la computadora ubicada en el centro de su nueva aula, voltea los cuadros erróneos para darle una nueva oportunidad, a la par que sus compañeros aún maravillados por la tecnología, respetan las indicaciones de su profesora.
Y es que al igual que Juan, los 2.800 alumnos de la nueva Unidad Educativa Eugenio Espejo, tendrán motivos más que suficientes para regresar a clases, ya que su nueva casa, que ahora presenta amplios y modernos espacios, conectados con tecnología de punta, hacen de esta institución uno de los planteles que son ejemplo del sistema de educación municipal.
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